Marco legal de los emprendedores
14 mayo 2020
La palabra emprendimiento ha sido un término que ha estado muy en boga. El emprendimiento es el motor de las economías modernas, especialmente en los países en vía de desarrollo como República Dominicana. En este sentido, el fomento al emprendimiento, y la consiguiente creación de nuevas pequeñas y medianas empresas (PYMES), constituye una indispensable herramienta para impulsar nuestra economía, no solo por sus aportes a la producción y distribución de bienes y servicios, sino también por su gran potencial como generador de empleos.
Hoy en día contamos con un marco legal, normativas y decretos que fomentan y regulan el emprendimiento en nuestro país, así como la constitución de fondos y productos financieros, que promueven y fomentan la creación de nuevas empresas, favoreciendo el crecimiento y sostenimiento del negocio.
Las normativas impulsadas son parte del conjunto de acciones que conforman la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030, siendo el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes, la institución pública llamada a establecer la política nacional, aplique las estrategias para el desarrollo, fomento y capacidad y vele por la correcta aplicación de las leyes y regulaciones. Entre las normativas impulsadas se encuentran:
- Ley No. 688-16 sobre Emprendimiento e Innovación Empresarial. Creada con el objetivo de conformar un marco regulatorio que fomente el emprendimiento incorporado formalmente en la economía, mediante incentivos y la eliminación de procesos y requisitos que faciliten la conformación de la empresa, su desarrollo y consolidación en el mercado nacional e internacional. Busca promover la cultura emprendedora, reducción de los costos elevados y pasos burocráticos para creación formal de la empresa, facilitándose el proceso a través de la ventanilla única de formalización. Asimismo, la ley crea incentivos impositivos, creación de canales de financiación, mediante la creación de El Fondo de Contrapartida Financiera para el Desarrollo del Emprendimiento (CONFIE).
- Decreto 160-18 Reglamento de Operación del Fondo de Contrapartida Financiera para el Desarrollo del Emprendimiento (CONFIE). Regula el proceso de canal de financiamiento, aportando la liquidez que necesitan emprendedores, innovadores e inventores para llevar al mercado sus productos. Para aplicar al Fondo CONFIE, los emprendedores deberán contar con el diez por ciento (10%) del valor total de la inversión requerida como primera inversión para el desarrollo del emprendimiento y procurar el aval de una entidad microfinanciera o cooperativa dispuesta a financiarle al menos el veinte por ciento (20%) de la misma. El Fondo CONFIE le aportará hasta un setenta por ciento (70%) restante a un plazo de 48 meses para ser pagados, donde los primeros dieciocho meses serán libre de pago de intereses y cuotas. Podrán acceder al Fondo CONFIE quienes cumplan con los requisitos establecidos.
- Decreto No. 182-15 Ventanilla Única de Formalización. Creación de un sistema integral, unificado y eficiente para facilitar y agilizar el proceso de creación y formalización de empresas a fin de cumplir y obtener en un solo lugar todos los requisitos y los permisos, respectivos, para desarrollar actividades industriales y comerciales en el país. La plataforma tecnológica esta disponible a través de “Formalizate.gob.do”.
- Ley No.488-08. Establece un régimen regulatorio para el desarrollo y competitividad de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES).
- Ley 37-17. Reorganiza al Ministerio de Industria Comercio y MIPYME (MICM), este ministerio es el órgano rector y el encargado de la formulación y el seguimiento de las políticas, planes y estrategias gubernamentales orientadas al sector MIPYME.
- Decreto No. 404-19. tiene como objeto establecer las disposiciones para aplicar, complementar y hacer operativa la clasificación legal y el Registro Empresarial para el Desarrollo y Competitividad de las MIPYMES.
Estas y otras normativas que intervienen en proyectos de apoyo a las MIPYMES y emprendedores han jugado un rol importante para facilitar los procesos e incentivar el desarrollo de nuevas empresas. No obstante, para lograr los objetivos, se hace necesario también un cambio de mentalidad para que la sociedad valore más el riesgo empresarial, mejore la motivación emprendedora y ver el emprendimiento como un valor siempre positivo, incluso cuando se ha fracasado en el proyecto.